






VARIANTES
Con el paso de los años y la sucesión de diversos gobiernos en contextos históricos muy diferentes, nuestro Escudo Nacional fue sufriendo numerosas alteraciones, en la búsqueda por adaptarlo a la realidad o a las necesidades de cada momento.
Las primeras modificaciones fueron decididas por la propia Asamblea General Constituyente bajo cuyo manto tuvo origen, y se refirieron fundamentalmente a la supresión de la figura del sol naciente y al agregado de trofeos militares que acentuaran la trascendencia de las victorias obtenidas.
Posteriores cambios pudieron verificarse en sellos de documentos oficiales y en grabados de diversas publicaciones, en los que se puede observar un sol con rostro más angelical o con diferente número de rayos, el agregado de banderas, variantes en las proporciones de la elipsis y modificaciones en la forma o en la inclinación del gorro frigio, entre otras alteraciones.
Semejante variabilidad del símbolo patrio llevó a la necesidad de su reglamentación, para poner fin a las modificaciones caprichosas y lograr su uniformidad definitiva. Finalmente, el Decreto Nº 10.302 del 24 de abril de 1944 vuelve a las fuentes y deja el Escudo Nacional Argentino con los mismos rasgos que tuvo en su origen. La resolución oficial establece que "El escudo Nacional será reproducción del sello usado por la Soberana Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata de 1813, cuyo uso fuera autorizado por la propia Asamblea al Segundo Triunvirato en su carácter de Supremo Poder Ejecutivo, mediante decreto del 12 de marzo de 1813."
Es de desear que los valores, sueños y convicciones representados en nuestro Escudo Nacional mantengan la fuerza y la vigencia de antaño, transmitiéndose de generación en generación y puestos en práctica hasta en las más pequeñas acciones de cada día, esas que sumadas pueden producir grandes cosas, como el nacimiento de una Patria libre y unida.
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